Se suele distinguir, por norma general, tres tipos de tonalidad de piel: piel clara, piel intermedia y piel oscuras.
A las pieles más blancas o claras les favorecerán más los colores como el negro, el gris, el azul oscuro, el beige, el blanco, el rojo, el dorado y el plateado. Todos ellos colores primarios y con una tonalidad que se complementa bien con la piel. Kyanita es una piedra ideal para este tipo de piel, resalta dando un contraste muy elegante.
Este tono en una categoría más generalista, el de las pieles oscuras busca colores que como el blanco o colores muy claritos y pasteles que destaquen más la piel, ya que el juego de contrastes resalta y queda muy bien. También se pueden elegir un azul muy vistoso, así como el amarillo, el fucsia, el rosa claro, el verde o el negro. Morganita es una piedra que resalta mucho con este tipo de piel destacando y dándole luz al look.
Las pieles intermedias, por su parte, tienen una amplia gama de colores que les favorezcan por estar entre medias, por lo que la elección de un color u otro es más amplia y varían desde los ya comentados blanco, negro y rojo, al azul oscuro, añadiendo aquí el azul claro, el gris o el beige. El Aguamarina es la piedra que queda ideal para las personas con este tipo de piel, dando un efecto de integración y muy sofisticado.